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terça-feira, 7 de janeiro de 2025

La Carretera

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(Cuento basado en otros cuentos y cuentos orales de los que desconozco el título)


Era un bebé cuando comencé a caminar por este camino y gateaba. Estaba mirando los pájaros, las flores y el cielo azul. Junto a mí había una voz que decía: "¡mira el agujero!" "¡cuidado con la caca de una paloma!" "Tú, no bebiste agua hoy". Esta voz se llama: Ángel de la guarda.

Un día compré un par de zapatillas y un andador. Pronto ya estaba caminando por la carretera. Y con toda esa confianza en mí... tropecé con una roca. Me caí a la carretera y me raspé la rodilla. ¡Ahí! Cómo dolía. Lloré... grité pidiendo ayuda. He aquí, se me aparece una dama muy hermosa con una corona de estrellas. Fue Nuestra Señora, la madre de Jesús, le pasó una medicina que le quemó y le puso una venda. Me abrazó, me dio un abrazo y me dijo: "¡Continúa tu caminata y cuando necesites ayuda, llámame!" Y luego ella se fue. Me levanté y seguí caminando.

Y al igual que todas las carreteras tienen señales, cada señal tiene a alguien que la sostiene. Curiosamente, todos parecen monjas o sacerdotes. Algunos llevan túnicas de colores. Otros no se pueden ver. Un día encontré una bifurcación en el camino. Le pregunté: "¿Y ahora qué?" Apareció un monje con una linterna en la mano con una flecha que indicaba a dónde debía ir. Y ahí fui caminando.

¡He aquí, ha llegado el gran día! El día que compré una bicicleta. ¡Yo estaba tan feliz! Pero me caí de la bicicleta todo el tiempo. Dejé la bicicleta y me senté en una roca. Justo más adelante hubo un encuentro de caminos. Uno pasó un autobús y el otro taxis. Pero tendría que dar mi bicicleta para subirme a uno de ellos. Me tomó tanto tiempo conseguirlo. Así que me quedé quieto. Motos, escarabajos, ferrari, el chirrido de los Arcángeles, otras personas en bicicleta y gente a pie pasaban. Muy raro, pero vi bebés gateando.

Un día pasó un escarabajo. Se detuvo y me preguntó: "¿Qué estás haciendo allí?" Le respondí: "No sé andar en bicicleta". Ella me dio un libro y un rosario. Y se fue.

Estaba leyendo el libro. Llegaron cuatro personas más en bicicleta. Se detuvieron y hablaron. Y ellos dijeron: "¡Ven con nosotros! Solo empuja la bicicleta". Y así nos fuimos a la carretera.

Y mira lo que encontré. Una escuela que enseña a andar en bicicleta.

El nombre de este camino: Jesús.

Qué se enseña en esta escuela: la Verdad

El destino del camino: la vida eterna


¿También quieres contar tu historia en este camino? Cuéntanos en los comentarios y lo publicaremos en el blog.

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